Caos y desconcierto en el sector Crowdfunding

Las reacciones y la polémica tras el anuncio del anteproyecto de Ley del Gobierno con el que se pretende regular la financiación colectiva en España.

Los medios de comunicación son, a veces, medios de confusión. Y Twitter, un potente amplificador de dicho desconcierto. Cuando se entremezcla información imprecisa, medidas dudosas del Gobierno y falta de contraste de datos, el caos está asegurado.

Es justamente lo que le ocurrió este fin de semana al crowdfunding, después de que el viernes saliera a la luz el anteproyecto de Ley con el que se pretende regular la financiación colectiva. La propuesta del Gobierno -vista por muchos como una forma de limitar y atacar el crowdfunding- no sentó bien al sector y a muchos usuarios. Veamos qué se dijo y cuáles fueron las reacciones.

A las 6 de la mañana del viernes, El Confidencial lanzaba la exclusiva: “El Gobierno limita el 'crowdfunding': un millón máximo con aportaciones de 3.000€”. El titular en presente ya suponía la aprobación definitiva o inmediata de la medida. Pero sólo se trataba de un borrador. El cuerpo de la noticia abordaba los cinco puntos clave del proyecto que iba a aprobar ese día el Consejo de Ministros: máximo de 3.000 euros de aportación, tope de un millón para los proyectos, registro obligado de las plataformas en la CNMV y el Banco de España, capital social superior a 50.000 euros, y multas de hasta 200.000. Visto así, cualquiera hubiera sentido un mínimo rechazo a la norma. Las informaciones catastrofistas que se replicaban en algunos blogs (hablaban de muerte del crowdfunding, de más dudas que certezas y de un gobierno que mete mano al sector) desataron el tsunami en Twitter.

El digital no matizó hasta la tarde, con este otro artículo, la clave: que el anteproyecto no diferenciaba con claridad los tipos de crowdfunding existentes y a cuál de ellos afectaría la norma. ¿Sólo el equity crowdfunding (inversión empresarial)? ¿El crowdlending (intercambios peer to peer)? ¿También el de recompensas (el más conocido, que se lleva a cabo en sitios como Goteo, Lánzanos o Ulule)? El lenguaje ambiguo del borrador, repleto de eufemismos e imprecisiones (no sale ni una vez la palabra crowdfunding) y de la rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Ministros no permitían sacar conclusiones claras. Dan ganas de montar un agregador de noticias mediante crowdfunding y alimentado por energía solar autogenerada. En plan señor del crímen— Armando el pollo (@Arma_pollo) febrero 28, 2014 La plataforma de crowdfunding generalista Lánzanos fue la primera en pronunciarse. Primero lo hizo Marta Pizarro en un texto muy crítico sobre las medidas. Tiempo más tarde y tras consultar el borrador, Otto Creus publicó esta entrada más suave. Tachaba la medida de “confusa y perjudicial para todos” aunque consideraba adecuado el registro en la CNMV para mayor control. Para ellos, el límite de 3.000 euros de aportación personal y el de un millón para proyecto “es ridículamente bajo”. Creus pidió también que el Gobierno abra un “proceso de diálogo para poder debatir sobre el asunto y llevar a cabo modificaciones necesarias”. El gobierno regulará el crowdfunding #equity y #lending. > http://t.co/4ozMtsDaWp En principio no afectará al cultural de #recompensa — verkami (@verkami) febrero 28, 2014 El profesor y bloguero Enrique Dans dedicó una entrada de análisis sobre la polémica el sábado:

Un cierto nivel de regulación es necesario a efectos de control y garantías, pero una regulación excesiva puede poner en peligro el desarrollo y las posibilidades de un sistema pujante y con un enorme potencial para el desarrollo de nuevas ideas, proyectos y empresas. Desde un punto de vista puramente estético, parece como si la regulación se hubiese llevado a cabo sin demasiada atención, de manera atropellada, o tratando únicamente de poner obstáculos y limitaciones, sin preocuparse mucho de qué era exactamente lo que se intentaba limitar. O peor, de a qué o a quién se intentaba proteger

Pero no todos vieron las intenciones del Gobierno como un ataque. Javier Marías quiso argumentar en esta entrada los beneficios de poner límites a un sector que, a diferencia de otros países, por ahora no los tiene:

La regulación de los dos primeros tipos de Crowdfunding (equity y crowdlending) intenta: proteger al inversor ante el fraude (en Kickstarter cada vez hay más fraude), proteger a la plataforma (hay gente timando a la plataforma Kickstarter, cada vez más) y acabar con los defraudadores que usan dinero negro para invertir

Hoy lunes, Twitter sigue siendo un horno. A la cantidad de informaciones ya existentes se han añadido otras, como la entrevista que acaba de publicar Loogic aquí con el vicepresidente de la Asociación de Empresas de Crowdfunding Miguel Moya, que da algunas claves:

El borrador aprobado está exclusivamente orientado a la regulación de las plataformas que, como señala la versión del anteproyecto al que hemos tenido acceso, tienen un modelo de negocio basado en: “a) Emisión o suscripción de valores negociables (…) b) emisión o suscripción de participaciones de sociedades de responsabilidad limitada o c) solicitud de préstamos.

Además de eso, Moya ha destacado que la medida también tiene efectos positivos:

Reconoce la importancia de la financiación colectiva, es un primer paso hacia la legislación y ha supuesto un eco mediático.

El debate, lógicamente, no ha terminado. No ha hecho más que empezar. Y eso es, a la vez que bueno, peligroso. Dentro de unos meses, cuando el anteproyecto de Ley pase al Congreso para su aprobación definitiva, veremos si han sido de utilidad todas estas peticiones y reacciones de usuarios y plataformas implicadas. O dicho de otro modo, si el Gobierno les ha dado la oportunidad de participar a ellos (y no sólo a la banca) en la construcción de una normativa adecuada que va a marcar el futuro de la financiación colectiva en España. Por ahora, al menos, la polémica ha servido para comprobar, una vez más, el poder de (confusión) de los medios de comunicación si no vamos más allá de esos 140 caracteres que nos tienen revolucionados.

* Imagen destacada original de Rubén Morral Yepes * Más info: ¿Qué ha ocurrido con la regulación del crowdfunding? - Consumo Colaborativo