El poder de los mercados comunitarios: el caso de los viajes p2p

Con el “capital de la reputación”, los mercados P2P (persona a persona) están revolucionando la manera en que sus miembros gozan y hacen nuevos contactos dentro y fuera de la web.

¿Dejarías que un extraño durmiera en tu casa? Seguro que la respuesta de la mayoría de la gente a esta pregunta sería que no. Con el poder del “capital de la reputación”, los sitios mercados “peer to peer” (persona a persona) están revolucionando la manera en que sus miembros gozan de experiencias de viaje únicas y hacen nuevos contactos dentro y fuera de la web. Allá por el 2007, dos amigos y yo estábamos planeando unas cortas vacaciones en Pamplona para conocer los famosos San Fermines. Fue una decisión de última hora y después de consultar muchos hoteles y hostales nos fue imposible realizar una reserva, ya que estaban al 100% de ocupación en esas fechas. Estábamos a punto de cancelar el viaje, pero después miré en loquo y por suerte encontramos alguien que alquilaba una habitación de su casa. La chica incluso aceptó poner un colchón adicional en el suelo para que los 3 pudiéramos dormir en la habitación, que era perfecto – encontramos un alojamiento improvisado a última hora. Nuestra estancia resultó ser genial, el sitio era limpio y nuestra anfitriona fue amable y simpática. Antes de nuestra llegada, no sabíamos nada acerca de la persona que nos iba a hospedar – nada de referencias de otra gente, ni comentarios de huéspedes previos y tampoco había una agencia en medio haciendo que la transacción pareciera más fiable. Al mismo tiempo ella no conocía nada acerca de nosotros, la gente que ella y su familia estaban a punto de alojar. Sólo tuvimos una breve conversación telefónica de 2 minutos para cerrar el trato, por lo que había mucha incertidumbre en ambas partes.

Satisfaciendo una necesidad

En los últimos meses han surgido una gran cantidad de plataformas especializadas (airbnb, wimdu, 9flats, etc) que permiten a cualquier persona alquilar habitaciones o espacios dentro de sus hogares a viajeros que buscan alojamiento. Como era de esperar, en todos los casos la confianza y seguridad son aspectos principales que tienen en cuenta para sus usuarios. Hay varias maneras en las que estas plataformas generan confianza: existe una considerable cantidad de información mediante los perfiles personales y se pueden leer críticas y comentarios escritos por anfitriones o invitados previos. La mayoría de las plataformas usan un sistema de pago seguro en el que el dinero es retenido 24 horas, por si surge cualquier problema. Los anfitriones están protegidos por un seguro que cubre una cantidad sustancial en caso de pérdida o destrozos debidos a robos o vandalismo.

Proporcionando un valor añadido

¿Cuál es la clave del éxito de estas plataformas? Hospedarse en casa de un extraño no es sólo un recurso de última hora como fue en nuestro caso allá por el 2007. Los viajeros de hoy a menudo prefieren la experiencia de hospedarse con alguien local, obtener sugerencias de ellos, hacer cosas que la gente local hace e ir a los lugares frecuentados por ellos. De esta manera se exponen ante una “experiencia local” en lugar de una “experiencia turista” común. Tener una buena reputación en estos mercados online P2P (persona a persona) es clave, ya que hace aumentar tu “valor” dentro de la comunidad. Por ejemplo los anfitriones que hayan recibido buenas críticas de huéspedes previos resultan más atractivos para los viajeros y por ello podrían cobrar un poco más por sus servicios, al mismo tiempo viajeros con buenas referencias de estancias anteriores serán percibidos como más “seguros” y/o atractivos por los anfitriones. Lo cual también significa que más gente estará abierta a alojarlos en sus viajes. Esta situación motiva que los anfitriones den un buen servicio a los viajeros para recibir buenas referencias de ellos, y al mismo tiempo motiva a los viajeros a ser buenos y decentes huéspedes. A menudo se dice que esta necesidad por una buena reputación online saca lo mejor de la gente. El ejemplo más antiguo con este tipo de sistema lo encontramos en couchsurfing.org, fundada en 1999. Lo que diferencia a esta plataforma del resto es que la gente hospeda a los viajeros sin coste alguno. Como miembro de la comunidad, esta gente que ha hospedado a otros puede viajar por el mundo y alojarse en las casas de otros “couchsurfers”, sin ningún intercambio de dinero. Los miembros de la comunidad de couchsurfing están especialmente interesados en viajar, conocer a otras personas y establecer relaciones inter-culturales. Es una comunidad donde sus integrantes a menudo quedan y hospedan a gente mientras comparten experiencias y aprenden de unos a otros. Ya que los viajeros no han de pagar por su estancia, devuelven el favor haciendo cosas sencillas como cocinar y mostrar al anfitrión la cocina de su país o compartiendo alguna aptitud (cualquier cosa desde yoga a kung-fu o la guitarra), con ello a menudo acaban formando buenas amistades para toda la vida.

Encarando el futuro

Un hecho real que muestra el creciente uso y aceptación de estas plataformas es el llamativo crecimiento de Airbnb. Esta comunidad online para alojamiento privado fue fundada en 2008 y muestra unos números impresionantes, haciendo que sea una de las startups más atractivas del momento a nivel mundial. Desde que se fundara ya ha alcanzado los 10 millones de noches reservadas en el mundo entero (una parte considerable siendo sólo en el año 2012 actual). En 2011 experimentó un espectacular crecimiento y expansión en Europa (tasas de crecimiento: Italia 946%, Reino Unido 748%, España 719%, Francia 425%). Airbnb está presente en 192 países (y creciendo), a pesar de que hasta 2009 sus apartamentos solo eran anunciados en Estados Unidos. Evidentemente Airbnb es más popular en ciertos países que en otros, pero el gran crecimiento de la compañía por todo el mundo evidencia claramente el poder de las conexiones mundiales y de las redes sociales en el siglo 21. El sector hotelero también está cada vez más alerta del éxito de Airbnb ya que afecta a su negocio, y por ejemplo ciudades como San Francisco (una de las primeras en experimentar su alto crecimiento) han establecido un 14% de impuesto hotelero en transacciones de Airbnb y de otras webs de alojamiento. El inconveniente a la creciente popularidad mundial de dichas plataformas es que podríamos ver medidas regulatorias similares en otras ciudades principales. Han habido polémicas similares con servicios P2P de “ridesharing” (servicios de compartir coche en trayectos) como Lyft y Sidecar, que compiten con los taxis mientras no se ven sometidos a las mismas regulaciones que ellos. Aun así, el compartir coche tiene muchas ventajas para las ciudades y, como en el caso de San Francisco, puede ayudar a combatir el problema de tener pocos taxis. El creciente uso e importancia de estas plataformas online por todo el mundo está muy claro. Para algunos es una manera fácil de generar dinero extra que pueden usar para pagar sus gastos. Además, estas comunidades online contribuyen a que la gente interactúe “en línea / online” (a través de internet) y “fuera de línea / offline” (en la vida real), consecuentemente estableciendo nuevos contactos alrededor del mundo, intercambios culturales y valores de comunidad entre sus afiliados. Portarse bien con los demás interesa en ambos casos a los anfitriones y a los viajeros, ya que ayuda a que paulatinamente mejoren su reputación online y se conviertan en personas mejor consideradas dentro de la comunidad – lo cual incrementa las posibilidades de obtener buenas experiencias de dichas plataformas en un futuro. Tal y como Rachel Botsman destacó claramente en su última conferencia TED, estamos ante una creciente importancia de la reputación en el siglo 21. La versión original de este artículo viene del blog personal del autor – Linkingpositive Créditos imágenes: gnuckx en Flickr, CC-BY license