Los retos de la tecnología descentralizada

La descentralización se ha ido convirtiendo en un tema de peso últimamente, siendo la Blockchain (o cadena de bloques) el núcleo de la discusión. Esta tecnología, ya ampliamente conocida y que nació para permitir el nacimiento del Bitcoin, ha ganado la suficiente relevancia para convertirse en el paradigma de las tecnologías de descentralización. Las posibilidades que esta tecnología ya ofrece son impresionantes, y sus oportunidades futuras son, a día de hoy, inconmensurables. Y esto es precisamente lo que mantiene a todo tipo de expertos pendientes del tema. Pero no estoy escribiendo esta entrada solamente para decir (una vez más) lo bueno, increible y prometedor que es la Blockchain. Hoy estoy aquí para escribir sobre sus riesgos y retos: los riesgos y retos que considero que este tipo de tecnologías representan para el actual status quo

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De lo material a lo inmaterial

Uno de los principales propósitos de las nuevas tecnologías y tendencias online es permitir el acceso frente a la propiedad. Se ha dicho hasta la extenuación que la gente ya no quiere la carga que suponen los bienes materiales y tangibles. Hemos hablado durante los últimos años de cómo ya no queremos el CD, queremos la música que contiene, y de cómo ya no queremos el DVD, queremos la película que contiene. Esa es una de las principales razones de por las que Spotify y Netflix presentan unos modelos de negocio tan exitosos (sin mencionar todas las externalidades positivas que vienen asociadas a deshacerse de los bienes materiales como es el positivo impacto en la huella de carbono, la minimización de los costes de transacción o el hecho de poder obtener un producto más eficiente). Pero vamos a hablar ahora de otro tipo de bien físico que cada vez es más popular en su versión digital: el dinero. ¿Por qué es Bitcoin tan exitoso y prometedor? Exactamente por la misma razón que mencioné antes: porque ya no queremos el dinero. Lo que queremos son las transacciones que el dinero nos permite llevar a cabo, ¿verdad? Y, si esas transacciones se pueden llevar a cabo de una manera más eficiente, sencilla y limpia, ¡mucho mejor!

El verdadero valor del dinero

Para ser capaces de cambiar conceptualmente del dinero a las transacciones, tenemos que introducir otro concepto, el de valor, y cambiar el paradigma existente. El concepto de dinero tal y como lo conocemos ya no es válido cuando hablamos de su forma intangible: ya no representa una forma de intercambio basada en el oro o cualquier otro bien tangible y susceptible de ser valorado. [caption id="attachment_1954" align="aligncenter" width="640"]

Money is your God, por Guilhem Vellut. CC-BY[/caption] Cuando cambiamos del concepto de dinero al de valor, también estamos cambiando el concepto de representatividad y el de responsabilidad por ese valor. Y, cuando ya no hay una autoridad central que gobierne esa representatividad y responsabilidad, cuando no hay unificación sino descentralización, surge el siguiente interrogante: ¿Cómo vamos a asignar valor a cada una de las transacciones que llevemos a cabo?

El valor de Bitcoin coincide con el valor del dinero como nosotros lo conocemos y como es aceptado en el mercado de divisas.

Bitcoin ya tiene el asunto resuelto: el valor se adapta a las fluctuaciones del mercado y, por lo tanto, el valor de Bitcoin coincide con el valor del dinero como nosotros lo conocemos y como es aceptado en el mercado de divisas. Incluso así, imagino que alguno de nosotros pensará que este no es el mejor resultado que se puede obtener de una moneda descentralizada o de la tecnología que tiene detrás. El valor podría ser uno de los conceptos más difíciles de definir. ¿Cómo podemos establecer lo que consideramos valor cuando no hay ninguna autoridad central determinando qué ES

valor? ¿Cómo podemos alcanzar el valor para todos sin perder de vista la equidad? Éstas son sólo algunas de las recurrentes preguntas que abogados y juristas nos planteamos al respecto. Porque si el valor va a ser el "bien" que se intercambia dentro de cualquier tecnología de descentralización, ¿quién determina finalmente qué representa el valor? Y, ahondando más aún, ¿qué ocurriría en el caso de que se diera alguna disputa entre sujetos con diferentes conceptualizaciones de lo que es valor y lo que significa valor para ellos?

Blockchain en la esfera legal

Si nos dirigimos irremediablemente hacia la implementación de la tecnología Blockchain más allá de Bitcoin y la vamos a aplicar a otro tipo de transacciones, debemos plantear las cuestiones sobre el valor y esas transacciones en otro tipo de entornos como, por ejemplo, el legal -donde, aparte de sentirme más cómoda, tiene un gran impacto social. Últimamente, ha habido una notable proliferación de plataformas con servicios de notaría que están basadas en tecnología Blockchain y que ofrecen un servicio de registro y autenticación. Es el caso de ascribe, que hace las veces de registro de la Propiedad Intelectual (permitiendo incluso el uso de licencias Creative Commons en la plataforma). Es incuestionable (y bastante impresionante) lo que este tipo de iniciativas pueden ser capaces de hacer para terminar con la insufrible burocracia que todos y cada uno de nosotros hemos sufrido y vamos a tener que sufrir de vez en cuando.

Acabar con una burocracia o el cumplimiento de requisitos formales que no tienen ningún sentido es uno de los objetivos de eficiencia que tienen este tipo de tecnologías.

Desde el punto de vista legal, esta eficiencia podría venir acompañada de algunos riesgos. Cuando pensamos en un notario, en un registro o cualquier tipo de papeleo, se nos vienen a la cabeza todos esos impedimentos como costosos y tediosos baches en el camino hacia la consecución de nuestros objetivos. Y a veces lo son. A veces son, simplemente, formas de establecer tasas públicas injustas, de mantener obsoletos procesos más propios del siglo XIX o de aumentar innecesariamente la lista de funcionarios públicos. Pero no olvidemos que otras veces son verdaderos filtros para las injusticias o para las prácticas abusivas e ilegales. Retomemos el ejemplo de los registros públicos y los notarios. Aunque esto puede resultar novedoso para algún lector, no todo lo que registramos o notarializamos necesita realmente ser registrado o notarializado por ley. Más bien al contrario. Recordemos el caso de la Propiedad Intelectual. El registro de la misma (el relacionado con los derechos de autor, no con las patentes o marcas) no es obligatorio para que ese bien protegido por la Propiedad Intelectual exista y esté de hecho protegido por la Propiedad Intelectual. El registro solamente le proporcionará al autor un medio de prueba en el caso de que él lo pueda necesitar frente a los tribunales. Sin embargo, el registro en sí mismo no crea el derecho: el derecho en este caso existe por la mera creación del objeto protegido por la Propiedad Intelectual. Lo mismo ocurre con la notarización de documentos: cuando estos constituyen simplemente un medio de prueba, existe claramente una oportunidad muy clara para que las tecnologías de descentralización jueguen un papel determinante en deshacernos de burocracia innecesaria. [caption id="attachment_1957" align="aligncenter" width="640"]

Paperwork, de Isaac Bowen, bajo licencia CC-BY-SA[/caption] Pero, ¿qué sucede cuando existe la posibilidad de que nuestros actos o documentos legales contengan cláusulas ilegales o abusivas, sean delicados de cara a futuros intereses (o a cómo se desenvuelvan en el futuro nuestras actuaciones), o haya terceras partes involucradas que merecen cierta seguridad jurídica? Este tipo de actos son aquellos a los que estas tecnologías no les sirven. No hay personal de validación en estas tecnologías descentralizadas que pueda evaluar la justicia o la injusticia de un acto. Y no ser capaces de evaluar la justicia de un acto legal, o de cualquier tipo de acto, nos sitúa al borde de la completa automatización. Olvidarnos de cuál es el rol del juicio humano puede fácilmente situarnos cada vez más cerca de futuros distópicos como los descritos en obras tales como 1984, Fahrenheit 451 o Un mundo feliz. No deberíamos olvidar que las tecnologías como Blockchain no ponen "gente" en línea para crear una multitud de "personas" que sean capaces de validar un acto dentro de la cadena; ponen máquinas: ponen CPUs en línea para aceptar comandos como verdaderos, como válidos. No evalúan que sean legales, equilibrados o justos; no, simplemente válidos. Estas tecnologías evalúan la realidad de los hechos. No la justicia de los actos.

El acceso

No voy a dejar pasar el mencionar las barreras de acceso que existen actualmente en relación a estas tecnologías. Erróneamente entendida, algunas veces, como herramienta distribuida de democratización, con el uso de la tecnología Blockchain hemos pasado de un proceso de toma de decisiones por humanos a uno de toma de decisiones por CPUs puestas en línea decodificando una inmensa cantidad de datos para estar seguros que nadie interfiera en el proceso de aprobación de la toma de decisiones. ¿Y cómo podemos hablar de descentralización y democratización del proceso de toma de decisiones cuando solamente unos pocos pueden, realmente, acceder a dichas tecnologías a un nivel suficiente que les permita de verdad formar parte de ese proceso de toma de decisiones?

No pretendo sonar catastrofista desde un punto de vista antropológico, pero de verdad me pregunto si con la proliferación de este tipo de tecnologías no estaremos intentando alcanzar el punto de eliminación total de la voluntad humana. Tal vez porque, después de años y años de tendencias autodestructivas, nosotros mismos hemos perdido la fe en nuestra propia humanidad.

¿Hemos perdido la fe en nosotros como seres humanos y preferimos depositar esa fe en las manos de máquinas antes que en las manos de otros seres humanos?

Seres humanos capaces de las mayores atrocidades pero también capaces de soñar, preocuparse, querer y razonar; capaces de diferenciar entre lo justo y lo injusto. Capaces de incontables maravillas que un montón de nodos puestos en fila no serán capaces jamás. Por cierto, la cadena de bloques fue uno de los temas abordados en OuiShare Fest Barcelona 2015. Podéis disfrutar de la sesión completa a continuación. [embed]https://youtu.be/o_WNHWAnKxw[/embed] Texto original en inglés https://goo.gl/WD3aPc Traducido y adaptado bajo licencia CC BY-SA por Sara Rodríguez.

Editado por Isabel Benítez. Foto portada: Bitcoin chain, de BTC Keychain, bajo licencia CC-BY.