Economía colaborativa: ¿Por y para los millennials?

Mucho se habla de cómo la economía colaborativa ha calado entre la población más joven, tanto por los valores compartidos de este sector de la población como por su forma de relacionarse con la tecnología. Pero ¿cuál es en la práctica la relación de los millennials con las principales plataformas de economía y consumo colaborativos? Este reciente estudio nos da algunas claves. Los millennials, los jóvenes nacidos entre 1980 y principios del 2000, son la primera generación de nativos digitales. Los también conocidos como 'Generación Y' tienen acceso a información instantánea y global, y su afinidad con la tecnología ha jugado un papel muy importante en sus vidas y hábitos de consumo. Viven en constante relación con la comunidad a través de sus smartphones y redes sociales. Por otro lado, valoran más las vivencias o experiencias que los bienes materiales y están concienciados con el cuidado del medio ambiente. Son también ahorradores y muy hábiles a la hora de buscar y comparar productos y precios, y les gusta sentirse escuchados, algo que se refleja en su manera más personal de relacionarse con las marcas y empresas.

Los elementos imprescindibles para las generaciones anteriores no son tan importantes para los millennials. Están aplazando las grandes compras o evitándolas por completo, se están alejando del materialismo y buscando experiencias que hacen hincapié en su conexión con la comunidad y el mundo (Josh Allan Dykstra, 2012).

Estas características, junto con la crisis económica que les ha tocado vivir, inclinan a los millennials a sentirse muy atraídos por un nuevo modelo más sostenible, que permite un uso más eficiente de todo lo que infrautilizamos y que propone el paso del poseer al compartir, esto es, la economía colaborativa. Pero ¿en qué medida se integra en ella este sector de la población? Nosotros se lo hemos preguntado. Estas son algunas de las conclusiones extraídas, tras encuestar a más de 380 millennials y entrevistar a varios profesionales y expertos en economía colaborativa.

Ni conocen el concepto ni son los únicos usuarios

Una de las principales conclusiones de nuestro trabajo tiene que ver con el grado de familiaridad de esta generación con los términos economía o consumo colaborativos. Nueve de cada diez millennials (de un total de 386 encuestados) conoce alguna de las plataformas más populares, sobre todo en los sectores de la movilidad y el alojamiento; sin embargo, solo el 12,1% afirma saber lo que significan exactamente los conceptos economía o consumo colaborativos. Es decir, conocen más a las compañías que el término en sí.

No obstante, los millennials siguen siendo uno de los sectores de la población entre los que las plataformas de economía colaborativa logran una mayor aceptación, como señalan también los expertos -quienes, a su vez, atribuyen ese éxito a la capacidad de adaptación de los más jóvenes, a su cultura digital y a su interés por ahorrar. Eso sí, frente a la creencia generalizada, los millennials no están solos: por el contrario, las personas no tan jóvenes, pero con cultura digital, son los participantes más comunes en las plataformas de intercambio de casas, los bancos de tiempo o el crowdfarming. "Muchos cambios sociales los suelen adoptar primero los jóvenes pero luego se van extendiendo. Ahora la mayoría de personas de entre 40 y 50 años ya está en Facebook y muchas familias usan Airbnb. El perfil no es tan joven como parece y la economía colaborativa penetra en todos los niveles de la sociedad. Uno se imagina a veinteañeros, estudiantes, “compartiendo coche” y es verdad, hay muchos, pero sin embargo la edad media del usuario está en los treinta y pocos. Hay mucha dispersión", explica Diego Hidalgo, CEO de Amovens.

Pero ¿les gusta?, ¿repiten?

En lo que se refiere al uso de las plataformas de consumo colaborativo, nuestro estudio analizó la experiencia de los encuestados como usuarios de 10 de las más populares.

Nueve de cada diez millennialsconoce alguna de las plataformas más populares.

Los resultados demostraron que la gran mayoría de los millennials ha utilizado al menos una de las plataformas -la media es tres- y recientemente -o sea, en los últimos 12 meses. Más de la mitad de los encuestados afirma que cuanto más las utilizan, más les gustan. Y, por cierto, la mayoría participa en ellas como usuarios, en lugar de como productores o proveedores de servicios.

En este sentido, el 91,2% de los millennials encuestados afirmó que si descubre una plataforma que le gusta, es muy probable que la recomiende a sus amigos. Del mismo modo, el 35% está de acuerdo en que si un amigo no le recomienda la plataforma es difícil que empiece a usarla, aunque casi el mismo porcentaje (el 34,5%) discrepa en esta cuestión. En cualquier caso, casi todos los participantes muestran cierto grado de interés en las plataformas.

Pero ¿qué hacen dentro de estas plataformas? O, dicho de otro modo, ¿cómo están dispuestos a implicarse en ellas? Los datos apuntan a que los millennials están muy abiertos a compartir trayectos en coche, herramientas y espacios de oficina (co-working). Más del 50% compartiría vivienda, juguetes, comida o electrodomésticos, aunque alrededor de un 30% no lo haría.

Hablando de reticencias, los millennials encuentran dificultades a la hora de compartir:

  • Artículos de uso cotidiano, como por ejemplo ropa, cosméticos o material deportivo, por su carácter íntimo y por razones de higiene -algunos mencionan que alquilarían trajes, vestidos de fiesta o accesorios de lujo para ocasiones especiales;
  • La vivienda habitual;
  • Productos electrónicos (móviles, ordenadores) por temas de privacidad como el acceso a contraseñas y cuentas bancarias;
  • El coche;
  • y artículos de valor sentimental o de alto valor económico, por su carácter insustituible o por miedo a perderlos o estropearlos.

¿La principal motivación? Ahorrar dinero

La de las motivaciones es una de las dudas que surge a la hora de valorar la relación de los millennials y cualquier otro sector de la población con la economía colaborativa.

Más del 50% compartiría vivienda, juguetes, comida o electrodomésticos.

En este caso, la oportunidad de ahorrar y/o ganar dinero es la principal motivación para el 83,2% de los encuestados. En segundo lugar, aparece la variedad de opciones y la flexibilidad, y en tercer lugar, la comodidad y la facilidad de uso y acceso a estas plataformas. De hecho, el 60% de los encuestados prefiere utilizar las plataformas de economía colaborativa frente a los servicios tradicionales, siempre y cuando les permitan ahorrar y sean cómodas y eficientes. [caption id="attachment_2257" align="aligncenter" width="569"]

Los encuestados seleccionan un máximo de 3 opciones.[/caption] Al hablar de economía colaborativa, se suele hacer también mucho hincapié en la parte personal y social de la misma -por ejemplo, la oportunidad de conocer gente nueva o disfrutar de una conversación agradable mientras se comparte un trayecto en coche. Al preguntar directamente a los usuarios, el número de millennials que afirmaron sentirse motivados por la oportunidad de contacto social supera con creces a los que dijeron que ese aspecto les desmotiva; los que se mostraron indiferentes doblaron a los desanimados.

La oportunidad de ahorrar y/o ganar dinero es la principal motivación para el 83,2% de los encuestados.

En el lado opuesto, el de las barreras a la hora de usar plataformas de economía colaborativa, la falta de confianza es la más mencionada. Va seguida de la ausencia de garantías sobre la calidad del producto o del servicio que reciben. Otras razones son el desconocimiento de la plataforma o de cómo se utiliza, la falta de referencias y el encontrarse a gusto con las alternativas que ya tienen. En esto coinciden los expertos entrevistados, entre los que desconfianza es también la palabra más utilizada cuando hablan de aspectos que limitan la participación en la economía colaborativa. Mencionan, además, el miedo a la introducción de datos bancarios o personales en las plataformas, la percepción de riesgo y, sobre todo, la inercia, la incertidumbre y pereza que nos provoca modificar hábitos y costumbres arraigados. [caption id="attachment_2259" align="aligncenter" width="554"]

Los encuestados seleccionan un máximo de 3 opciones.[/caption]

Oportunidades y retos

Tras las batallas legales que muchas plataformas han librado con los sectores tradicionales por la cuota de mercado no es de extrañar que el principal reto para los expertos sea la regulación normativa, la creación de un marco legal adecuado. Algunos apuntan que es necesario aclarar primero qué es y qué no es economía colaborativa para apartar modelos que se autoproclaman parte de la economía colaborativa y que en realidad no lo son.

Oportunidades muchísimas... en todos los sectores, si hay una buena tecnología, una idea y gente capaz de desarrollarla (Ignacio de la Hera, Etece).

Pensamos que era necesario saber la visión de los millennials sobre esta cuestión. El 67,9% de los encuestados afirmó que el gobierno debería regular la economía colaborativa para fomentar su uso.

Lo que el futuro nos depara

Por supuesto, no existe unanimidad al hacer predicciones de futuro. Si bien hay entre los millennials quienes piensan que la economía colaborativa ya ha llegado a un tope de gente interesada (7%), quienes creen que puede ser una moda pasajera (4%) e incluso quienes no saben o prefieren no contestar (4%); para el 85% de los encuestados la economía colaborativa seguirá creciendo porque cada día interesa a más gente. Para los expertos y profesionales entrevistados, el futuro es también prometedor. Tendremos que esperar un poco más para averiguar si están en lo cierto. En palabras de Diego Hidalgo, CEO de Amovens: "Existen dos vertientes en la economía colaborativa y espero que premie la primera sobre la segunda. Por un lado, se trata de intensificar el uso de lo que ya producimos y de tejer vínculos sociales nuevos, invitándonos a volver a adoptar elementos de sociedades tradicionales que eran positivos y que perdimos con la industrialización y la individualización. La otra vertiente —aunque considero que no se debería denominar “consumo colaborativo”— nos invita a convertirnos todos en consumidores-productores resultando en una mercantilización de muchos elementos que antes se quedaban en la esfera íntima o privada, como nuestro tiempo libre que deja de ser libre."

Sobre el estudio:

Este estudio se ha centrado en 10 plataformas peer to peer: Blablacar, Amovens, Airbnb, Couchsurfing, Rentalia, eBay, Segundamano.es, Wallapop, Truecalia y Compartir Tren Mesa Ave. Se inició con un grupo de discusión compuesto por 7 millennials y se entrevistó en profundidad a 2 expertos del sector y a 5 CEOs o Country Managers de plataformas de economía colaborativa. Y por último se practicó una encuesta online a 386 millennials. Los resultados obtenidos no son generalizables a toda la población de millennials ya que en la muestra algunas características están sobrerrepresentadas. Los encuestados son en su mayoría jóvenes de 22 a 25 años, con título universitario o máster, de situación económica desahogada y que viven en grandes ciudades. También hay una mayor proporción de mujeres. Foto de portada: Young, wired and living life on the digital edge -- meet the Millennials. Por Erin Nekervis. CC-BY-SA

Artículo escrito por Irene Llorca

Irene es graduada en Administración de Empresas (inglés) con complemento en Sociología en la Universidad Carlos III de Madrid. Ha realizado a través de convenios un año de estancia en la escuela de negocios HEC Montréal (Canadá) y un semestre en la National Chengchi University (Taiwán). Actualmente, realiza un Máster en Neuromarketing y Comportamiento del Consumidor en la Universidad Complutense de Madrid y prácticas en investigación de mercados en la empresa Análisis e Investigación. Puedes saber más sobre ella aquí.