Economía colaborativa, ciudadanía autosuficiente: No protestes, actúa

La economía colaborativa está transformando nuestra sociedad, porque está dando a las personas las herramientas para organizarse y dejar de ser actores pasivos. Según Javi Creus, uno de los principales líderes de la economía colaborativa en España, “el ciudadano colaborativo es una persona que sin pedir perdón ni permiso activa lo que tiene, lo que sabe o lo que sabe hacer en un círculo de confianza”. El empoderamiento de las personas, el futuro del trabajo y la necesidad de regular la economía colaborativa fueron tres de las principales materias de discusión en la segunda edición del OuiShare Fest, el evento más importante sobre la economía colaborativa, que se celebró entre el 5 y el 7 de mayo en el Cabaret Sauvage de París. Bajo el lema “la Era de las Comunidades”, la cita reunió a un millar de investigadores, empresas y emprendedores en torno a la economía colaborativa. El fundador de OuiShare Antonin Léonard, ha precisado en alguna ocasión que éste es un movimiento social que no protesta, sino que hace propuestas concretas.

La nueva sociedad empoderada

Este empoderamiento de la ciudadanía es manifiesto en casi todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana, como la educación, la movilidad, el turismo, las finanzas, la cultura y un largo etcétera. Hoy es posible acomodarse en casas de desconocidos en la mayoría de ciudades del mundo completamente gratis. Lo permiten comunidades como Couchsurfing, una red de viajeros deseosos de hacer de los viajes una auténtica experiencia social, que actualmente cuenta con 7.000.000 miembros en más de 100.000 ciudades. Si se acercan a la comarca del Bages encontrarán la ecored A bona hora, una comunidad de intercambio de bienes y servicios –como una visita médica o un cesto de alimentos- que forman personas del Bages que se han replanteado su papel como consumidores y han encontrado un espacio para establecer relaciones económicas más justas y sostenibles, que además benefician a la comarca. España es actualmente el país con más ecoredes del mundo (192), registradas en el Sistema de Intercambio en Comunidad (CES). La producción tampoco es ya algo exclusivo de las fábricas. La presencia de Laboratorios de Fabricación (Fab Labs) en todo el mundo ha democratizado el acceso de cualquier persona a la maquinaria necesaria para la producción industrial, antes impensable. Esto les permite fabricar objetos individualizados o inaccesibles debido a su alto coste.

Rachel Botsman, una de las principales teóricas de la economía colaborativa, anunció en el OuiShare Fest que “estas plataformas están cambiando incluso la naturaleza del dinero”. La película española El Cosmonauta, estrenada en 2013, se financió en gran parte a través del micro mecenazco (crowdfunding). Empresas como la española Goteo, permiten a cualquier persona colaborar en la financiación de proyectos de todo tipo –culturales, educativos, sociales, periodísticos, de divulgación, etc.- que normalmente no tienen los recursos para salir adelante. Pero quizá el segmento más revolucionario de la economía colaborativa es el conocimiento abierto: “Las universidades han limitado quién puede educar y quién puede aprender. Ahora todos podemos acceder a la educación. Un claro ejemplo es Coursera”, manifestó Botsman. Coursera es una plataforma de educación gratuita que se impulsó desde la universidad de Stanford para ofrecer educación masiva a toda la población mundial. En diciembre de 2012, un año después de nacer, ya contaba con 1,9 millones de estudiantes.

Ante este empoderamiento ciudadano, el investigador y profesor en la Stern School of Business de la Universidad de Nueva York, Arun Sundarajan, fue un paso más lejos al expresar que “las plataformas en la economía colaborativa están desempeñando a menudo el mismo rol que los gobiernos, porque permiten a los ciudadanos incidir directamente en aquello que les falta en su comunidad y que su gobierno no les proporciona.”

El epicentro de este modelo no es el dinero, sino la confianza. Botsman aseguró en el OuiShare Fest que uno de los elementos fundamentales de la nueva economía es la confianza, ya que normalmente se basa en relaciones y transacciones entre desconocidos. La reputación, es entonces el activo más importante que poseen las personas en estas comunidades.

Botsman explica en su libro Lo que es mío es tuyo (2010) que “si el siglo XX fue el del hiperconsumo basado en el crédito, la publicidad y la propiedad individual, el siglo XXI ha de ser el del consumo colaborativo a través de la reputación, la comunidad y el acceso compartido”. El libro se basa en una premisa: en el futuro la sociedad no estará centrada en la propiedad sino en el acceso a productos y servicios. Su publicación llevaría un año después a la revista TIME a considerar la premisa de Botsman como una de las diez ideas que cambiarán el mundo.

Reinventar el sector del empleo

El futuro del trabajo fue también un tema recurrente durante el OS Fest. La mayoría de las empresas estaban encabezadas por equipos jóvenes, que han encontrado en esta nueva economía un espacio para combatir el desempleo. Según el último estudio de impacto de Airbnb,la empresa ha supuesto un cambio para los anfitriones: “el 44% de los anfitriones afirma que cuenta con ese dinero para poder llegar a fin de mes.” El economista David de Ugarte, destacó que “el mercado del trabajo ya no existirá en un futuro tal y como lo entendemos, y que la creación entre pares no sólo genera una gran riqueza social, sino que es el único lugar donde las nuevas generaciones están desarrollando su potencial”.

Otro tema fundamental de discusión en el OS Fest fue la necesidad de regular este joven modelo, que no deja indiferente a ningún sector empresarial. Esto ha forzado que las Administraciones Públicas comiencen a deliberar cómo regular estos nuevos negocios. Primero le tocó a Airbnb. La empresa generó 128 millones de euros en Barcelona en el período comprendido entre agosto de 2012 y julio de 2013, lo que indica un crecimiento de un 383% en un año. A nivel global, 10 millones de viajeros se alojaron con Airbnb en 2013 en 30.000 ciudades de 190 países. Estos datos revelan que más que una plataforma colaborativa, Airbnb se ha convertido en algo más que un fenómeno global que ha incidido de forma irreversible en el sector hotelero.

Sin embargo, otras empresas están tomando ventaja de su modo de proceder. Javi Creus destacó que en su investigación actual, ha comprobado que “las plataformas que han sacado partido de este panorama social y tecnológico han crecido más rápido que las organizaciones centralizadas.”

Ante los críticos que sugieren que la economía colaborativa no es más que otro eslabón del capitalismo disfrazado de colaboración, el autor reconoció que “todavía nos encontramos en las primeras fases de adopción de prácticas colaborativas y empoderamiento ciudadano y en este sentido, este es un momento de transición en el que todavía se están aplicando viejas ideas a nuevas realidades”. Creus añadió: “estoy muy sorprendido por el hecho de que las instituciones públicas y las cooperativas no sean todavía los actores principales de esta economía. El reto es que pasemos de un mundo de corporaciones a un mundo de cooperativas, donde la propiedad centralizada no tenga necesariamente todas las de ganar como hemos visto en la época industrial”.

Las iniciativas españolas

La presencia española fue notoria en el OuiShare Fest. Dos de ellas, Guerrilla Translation y Goteo, recibieron los OuiShare Awards, un premio creado en el marco de este festival y otorgado por el público, para poner el foco sobre las 5 iniciativas más destacadas y ofrecerles asesoramiento para su desarrollo futuro. Goteo es una red social de código abierto para el crowdfunding y la colaboración distribuida, centrada en la financiación de proyectos con un objetivo social, cultural, científico, educacional, tecnológico o ecológico que generen oportunidades para la mejora de la sociedad. A Goteo le han llovido los reconocimientos este año: El Foro Cívico Europeo le ha otorgado el premio a la ONG del año y el segmento español de la Open Knowledge Foundation la ha elegido como la mejor iniciativa para la promoción del emprendimiento en el conocimiento abierto. Guerrilla Translation es una comunidad P2P de traductores que facilitan que discusiones y estudios interesantes de diferentes autores, que por su temática o idioma no suelen traducirse al inglés o al español, lleguen al gran público. Una sorpresa del festival fue Cronnection, una nueva startup española basada en la filosofía de los Bancos de Tiempo, pero que traslada el intercambio de tareas, conocimientos y objetos a escala global.

El día 6 por la mañana se celebró una rueda de prensa desde Girona con conexión con París para presentar la quinta edición del Fórum Impulsa, organizado por la Fundación Príncipe Girona que preside el Príncipe de Asturias, y que acogerá el Palacio de Congresos de Girona el 26 y 27 de junio e incorporará importantes personalidades de la economía colaborativa. La segunda jornada contará con las ponencias de destacadas personalidades: el ex presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, centrará su charla en la importancia de situar a la sociedad en el corazón del desarrollo económico. El fundador de la comunidad OuiShare, Antonin Léonard, definirá la generación colaborativa, basada en el acceso y compartimiento de bienes, servicios y conocimientos. Otra ponencia relevante será la que impartirá el creador de Shareable, una de las publicaciones más importantes sobre economía colaborativa, Neal Gorenflo. Además, el programa de este año incorpora una novedad, las denominadas Open Sessions, dieciséis sesiones paralelas al Fórum Impulsa en formato de ponencias, talleres, coaching y debates.

Por último, cabe destacar la intervención del Arquitecte en Cap del Ayuntamiento de Barcelona, Vicente Guallart, que presentó el proyecto que se impulsará este año desde el Institut d'Arquitectura Avançada de Catalunya (IAAC), el Barcelona FabCity, cuyo objetivo es que cada distrito disponga de un centro de producción digital.

La celebración del OuiShare Fest es síntoma no solo de la fuerza con la que ha crecido este movimiento, sino de la necesidad de debatir entorno a la economía colaborativa, que ahora ya tiene su espacio en cada ámbito de la sociedad.

Un artículo escrito por Sara Shedden.

Journalist inspired by the New Journalism movement. Collaborative Economy is changing society by empowering communities. It allows us to act instead of protesting. I write at Cronnection. Imagen de portada: CC BY NC 2.0 de Stefano Borghi