Una ciudad española combate el desperdicio de comida con una nevera solidaria

Traducción y adaptación del texto de Ambika Kandasami para shareable.net. Puedes leer el texto original aquí. Cerca de un tercio de la comida que se produce en el mundo acaba en la basura. En Europa, en concreto, desperdiciamos 179 kilos de comida por cabeza al año. Lo dice la ONU quien advierte de que, mientras esto sucede, 800 millones de personas pasan hambre a lo largo y ancho del planeta. Cifras que, sin duda, invitan a reflexionar sobre la urgente necesidad de encontrar formas creativas para compartir la comida. El desperdicio de comida no se da solo a nivel industrial y en los procesos de producción y transformación de los alimentos. Tiene lugar también, y de manera muy significativa, en la fase de consumo a través de los productos que se desechan en hogares y restaurantes. La buena noticia es que actuar en ese segundo plano es relativamente fácil, como han demostrado los vecinos y empresarios de la localidad de Galdakao, en el País Vasco.

Nevera solidaria Galdakao.

A principios de año, el municipio instalaba en la calle un frigorífico comunitario. Gracias a la Asociación Humanitaria de Voluntarios de Galdakao y de la mano de su presidente y fundador Álvaro Saiz, la nevera solidaria ha mantenido desde entonces un flujo constante de alimentos, desde comida sobrante hasta platos recién preparados, depositados en ella por ciudadanos y bares cercanos. “La idea de un frigorífico solidario comenzó con la crisis y esas imágenes de la gente buscando comida en los contenedores; es indigno”, explicaba Saiz al portal NPR. “Eso me hizo pensar en la cantidad de comida que desperdiciamos”. Después de conseguir el permiso de la administración local, Saiz abrió las puertas de su nevera solidaria en abril. NPR pudo echar un vistazo a su interior. Esto es lo que vieron:

“El frigorífico estaba lleno de verduras frescas de un huerto comunitario —tomates, pepinos y calabacines— junto con cartones de leche sin abrir y botes de lentejas y potitos. También habíapintxos —la tradicional tapa vasca— donados por un bar cercano, envasados y con una etiqueta indicando la fecha ”.

Según publica El País, existen proyectos similares en otros países como el berlinés Food Sharing,

a través del que un grupo de jóvenes alemanes montó en 2014 una red digital para entregar y recoger comida. En ella, los particulares ofrecen productos que los interesados pueden recoger en sus casas o acercan los alimentos a neveras solidarias y puntos de intercambio. [gallery size="medium" columns="2" link="none" ids="1489,1490"]

Discosopa contra el despilfarro alimentario de Food Sharing España (Madrid).

A ellos, les siguió un ciudadano de Hail, en Arabia Saudí, quien decidió colocar una de estas neveras en la puerta de su casa. Después, llegó Saiz y tras él, Murcia, que ha hecho lo propio este verano. “Saiz ha recibido llamadas de todo el país —e incluso de Bolivia— de personas interesadas en poner en marcha iniciativas similares” explica este artículo de The Guardian. Pronto, estas neveras solidarias podrían tejer una auténtica red dentro y fuera de nuestras fronteras. Y es que proyectos como este son una auténtica fuente de inspiración para luchar contra el desperdicio de comida y el hambre en el mundo. Y a vosotros, ¿se os ocurre alguna idea más?Fotografía de portada: "Freezer Meals" de Kathleen Franklin (portada), bajo licencia Creative Commons. Imagen nevera solidaria cedida por la Asociación Humanitaria de Voluntarios de Galdakao.